El curso está ya casi acabando. Los estudiantes están trabajando en sus propios proyectos, haciendo experimentos y buscando literatura científica para elaborar sus propuestas teóricas. De vez en cuando me paseo y les pongo en un aprieto preguntándoles qué están haciendo. Cuando superan el susto y lo piensan, van elaborando sus propias ideas, van comprendiendo los experimentos, van convirtiéndose en los dueños de su propio trabajo. Mañana empezarán las presentaciones y el sábado todo esto llegará a su final. Un final con punto y seguido puesto que las conversaciones buscan repetir el año que viene, organizar otro sobre biología molecular, llegar lejos. No puedo creerme que ya haya pasado todo…
Aprovecho su independencia para juguetear con las fotos que saqué hace ya una semana con la intención de ilustrar un poco el trabajo con moscas, que para eso es el centro de todo lo que estamos haciendo aquí. Las fotos son un poco patéticas por la precaria técnica fotográfica (mi pequeña cámara digital mirando por el ocular de la lupa) y el igualmente precario estado de la lupa en sí (a caballo regalado no le mires el diente; han sido donaciones muy valiosas que han dado mucho de sí). Perdonad, pues, la calidad pictórica y aprovechad si podéis aprender algo.
Para trabajar con moscas es fudamental distinguir entre machos y hembras, puesto que los cruces concertados son la base de la genética. Los machos tienen el trasero negro [black bottom] y presentan dos pequeñas estructuras negras en el par de patas delantero llamadas peines sexuales [sex combs]. Los machos utilizan estos peines en el baile cortejo a la hembra.
Para asegurarnos de que cada cruce produce solo la descendencia que deseamos obtener, es fundamental que las hembras que utilizamos sean vírgenes. Las moscas vírgenes se distinguen de las más maduritas porque tienen una pigmentación más clara y en ellas aún se puede observar, a través del abdomen, el meconio. Con frecuencia son más grandes que una mosca adulta porque están como infladas.
La tonalidad clara de las vírgenes es obvia a simple vista, sin necesidad de lupa, y es más fácil de reconocer cuando hay moscas adultas con las que compararlas. Sin embargo, hay que tener cuidado al trabajar con moscas de composición genética diferente, puesto que hay mutaciones muy utilizadas en genética que aclaran la pigmentación de las moscas y pueden confundir al ojo inexperto.
Las recién nacidas son más fáciles de reconocer puesto que tienen las alas todavía plegadas y aún no se han hinchado.
Cuando necesitamos muchas moscas para poner un cruce (porque queremos mucha descendencia para nuestro siguiente experimento), hay que trabajar con la complicidad de la temperatura para sacarle el máximo partido al reloj. La temperatura óptima de desarrollo de las moscas es 25ºC. A esta temperatura las hembras alcanzan la madurez sexual a las seis horas (quizá ocho, pero yo prefiero no arriesgar). Cuando se mantienen a 19ºC el desarrollo se relentiza y ese tiempo se duplica. El cálculo sale fácil: si quieres recoger toda mosca que salga de un tubo (o botella), lo habitual es recogerlas temprano por la mañana, después de comer y justo antes de irte por la noche, manteniéndolas a 25ºC durante el día y a 19ºC por la noche. Y digo antes de irte por la noche porque no te querrás ir muy pronto para que a la mañana siguiente aún sean vírgenes. Teniendo en cuenta que una hembra suele poner unos 500 huevos, si recoges toda la progenie que sale de un cruce de cuatro o cinco hembras, con la proporción habitual 1:1 entre machos y hembras, se puede ver cómo en una semanita se puede conseguir un número considerable de moscas, así que muchas veces no hace falta tanto.
Si no podemos recoger vírgenes tan a menudo y queremos incrementar el número de moscas disponibles para el cruce, podemos seleccionar las hembras en estado de pupa tardía. Son más difíciles de ver, pero los mismos peines sexuales presentes en el macho adulto se pueden observar en este estadío. Ya sé que los esquemas son patéticos, pero ya he dicho antes que yo de artista tengo bien poco, ¿no? Esta técnica también es útil para seleccionar machos y hembras que deben permanecer aislados desde el principio para algún experimento de comportamiento.
Hola, necesito trabajar con Calliphoridae, estos tips son aplicables en en este grupo?
ResponderEliminarDéjame que le pregunte a una colega que creo que trabajaba con esos bichillos...
EliminarVaya, me he colado, no trabaja con los Calli... Sorry, no tengo ni idea ¿Dónde trabajas? Parece que hay un grupo pionero en México http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23540111 A lo mejor les puedes escribir y te aconsejan ¡Suerte!
EliminarGracias!! =) me fue muy útil, entendí en un minuto lo que no había entendido en varias clases
ResponderEliminarA ti por pasarte por el blog :o)
Eliminar