miércoles, 22 de febrero de 2012

El general



Le llaman General Grant. Tiene entre 1600 y 2000 años. Está vivo de milagro. Otras muchas sequoias acabaron convertidas en madera. Las que quedan hoy se las debemos a un grupo de gente que se unió para protegerlas, para defenderlas, para luchar por ellas. Hablamos de árboles y podríamos estar hablando de cualquier cosa, la sanidad o educación públicas por decir lo primero que se me pasa por la cabeza...

sábado, 11 de febrero de 2012

Un alto en el camino

Como decía ayer en facebook (corrigiendo algún blackberry-gazapo):
Estoy en medio del cráter de un volcán en Hawai. He subido una foto (para dar envidia:). Varios amigos habían colgado el link a la condena de Garzón. No vine aquí a escapar de nada, así que interrumpo el paseo para hablar.
Me da vergüenza pertenecer a un país que condena a quienes persiguen a los corruptos y exculpa a quienes hacen negocio y carrera con las arcas públicas. Necesitamos un cambio, una revolución, una primavera española haciendo gala de nuestra ascendencia árabe y con los principios de Gene Sharp por delante antes de que no haya más remedio que hacerlo a lo Che Guevara. La crisis es nuestra oportunidad para depurar nuestro escenario político y todas sus ramificaciones. Es momento de recuperar los tres poderes que no son sino del pueblo y asegurarnos de que son independientes, libres y sin corrupción. Hay que hacerles ver que no van a vivir nunca más a nuestra costa, mucho menos diciéndonos que lo hacen por nuestro bien ¡Que no somos tontos! Sus mentiras no se las cree nadie y ¡¡¡nosotros ya no debemos tragar más!!!

lunes, 6 de febrero de 2012

Se me olvidaba

Me fui de San Diego dejándome allí mi móvil español. No viene mal para evitar tentaciones tontas pero claro, si alguien ha intentado llamar o mandar algo en estos últimos días, me da que se va a perder en el espacio sideral... De todos modos, ya sabéis que hace años que la mejor manera de encontrare es por mail, ¿no?

Waimanalo

Waimanalo es una zona más bien residencial que según me comentan está situada cerca de lo que vendría a ser el equivalente a una reserva india en la América continental. Eso significa que, fortuna la mía, he ido a caer en mi paraíso personal, lejos de los turistas (si es que estando en la misma isla pueden estar realmente lejos) y con la posibilidad de observar cómo es la vida en Hawai para aquellos que llaman hogar a este remoto lugar del Pacífico.

Unos cuantos paseos por la playa y el posterior interrogatorio a quien hace de mi anfitriona, conductora, guía, proveedora de aletas (literalmente:) y otro material vario muy útil para la visita me han llevado a la conclusión de que en Hawai hay mucha gente que se las apaña, porque quiere o no tiene más remedio, viviendo en la playa o zonas de acampada cercanas.

Acampar en la mayor parte de la isla es fácil y gratis, pero se deben conseguir permisos que solo se dan por un máximo de cuatro días. Los miércoles y los jueves, de hecho, no se puede acampar en casi ningún sitio (creo que en ninguno, de hecho). Todo esto en teoría, claro, porque en la práctica los hay que se instalan con tanta parafernalia (perros guardianes de parafernalia incluidos) que resulta difícil imaginar que van a irse a ningún sitio en un futuro, ni siquiera lejano. Al parecer algunos consiguen establecerse a base de alternar el nombre de distintos familiares en la solicitud del permiso. Otros simplemente se quedan donde están hasta que los echan (y eso me lo dijo el acampado mismo). Los miércoles y jueves imagino que tratan de no hacer ruido o recogen un poco para ser menos obvios.

Aquí a los sin techo se les llama homeless - sin casa -. Los podemos llamar como queramos, pero se levantan con esto delante todos los días.

miércoles, 1 de febrero de 2012

pim, pam, pum

Hace tres días trataba de decidir si visitar primero el Sequoia National Park o los Redwoods. Varias personas me habían dicho que se iban a Hawaii este invierno, me entró la curiosidad y miré los precios de los vuelos.

Hoy estoy en el aeropuerto de San José esperando para embarcar en un avión a Honolulu. Allí me encontrare con una compañera de raft ugandés y, con un poco de suerte, veré la isla a través de los ojos de una isleña.

Mientras espero me estoy peleando con el iPad y el patético software para escribir blogs que encontré disponible. Cuando por fin encuentro como activar el teclado español resulta que va y no hay manera de poner acentos (¡Y esta gente ha tenido 46.1 billones (americanos) de dólares (americanos también) en el ejercicio pasado!). El cacharrito es la mar de ligero y surfea la red la mar de rápido pero de momento, con los problemas de idiomas y la escasa blog-habilidad sumados al hecho de que no tiene ni un misero puerto USB, no pasa del aprobado raso. Esto de que todo tenga que pasar por la nube es muy Mac y muy poco práctico.

PD posterior: el software para bloguear "bloggerpack" es definitivamente una porquería. No se puede trabajar sin estar conectado, no guarda copia de lo que subes al blog, no se pueden poner etiquetas ni maquetar en condiciones (y como iPad es prácticamente incompatible con blogger, cuando vas a poner las etiquetas desde el explorador se pierden cosas, generalmente de manera irremediable).


PD2: lo encontré, el iPad sí puede poner acentos, y no solo con el corrector como venía haciendo. Hay que mantener apretada la vocal hasta que salen las opciones y seleccionar la que lo lleva en la dirección adecuada porque el teclado, más que español, es universal. Vale, ganan un punto porque tiene el acento, pero el teclado sigue en el aprobado porque no es nada intuitivo, relentiza muchísimo la escritura y ni siquiera es específico del castellano, sino un "todo lo demás" que lo hace aún más lento.


Aloha!