Llevamos dos semanas con el laboratorio lleno de gente. Los primeros días hacíamos poco más que tratar de que no les faltase nada, pero después de dos semanas esto ya va sobre ruedas. Tenemos en Ishaka a la gente de la versión 2012 del curso que me trajo aquí el año pasado (si no sabéis de qué hablo, echad un vistazo a las primeras entradas de este blog) y que este año ha crecido considerablemente. Es lo que tiene hacer las cosas sin apenas recursos y con el empuje de unos pocos: una vez has demostrado que eres capaz, se suben al carro quienes no confiaron en ti inicialmente, te llenan los bolsillos y te cambian hasta el nombre.
Este año el fregao se llama 1st IBRO School on Insect Neuroscience and Drosophila Neurogenetics, y gracias a él están pasando por Ishaka un buen puñado de profesores y postdocs de las más variadas nacionalidades que proceden de universidades y centros de investigación de Inglaterra, Alemania, Suiza y Suecia. Lucía y Tom, que fueron los que empezaron todo este lío, han creado la ONG TREND para catalizar actividades de fomento de la enseñanza e investigación en neurociencias en África. Si tenéis ganas de colaborar, echadle un vistazo a su web. De hecho, si queréis ayudar con un simple click, visitad la página de facebook, dadle al me gusta y compartidla con vuestros facebookamigos para que suban las visitas y se convierta en un caramelito para los patrocinadores.
Hablando de cosas más mundanas, el brote de ébola parece completamente controlado. De hecho, cuando salió la noticia ya estaba bajo control, pero los medios internacionales se empeñaron en jorobarle la campaña de turismo al país. Ahora lo que nos mantiene entretenidos es el regreso de las lluvias. Esto ya empieza a ser la Ishaka de siempre. Agua, truenos y relámpagos, cortes de luz, más agua, ¡granizo! ríos de agua, más cortes de luz… El fin de semana pasado nos cortaron la luz durante el día para hacer el mantenimiento mensual, y nos hemos pasado la semana con más cortes de luz que nunca. Lo de que las revisiones traen más problemas que soluciones es tan universal como el “uno trabajando y cuatro mirando”.
Ya estamos en septiembre, y en quince días empezaremos el primer curso de biología molecular que se organiza en estas tierras. Poco a poco, este laboratorio tomará el vuelo, y en vez de tener que rascarme la cabeza buscando qué os cuento a través de este blog, os podré relatar los descubrimientos que se van haciendo entre estas nuestras humildes paredes. De momento, os dejo con un reportaje gráfico de cómo se consigue poner una cámara de flujo laminar para cultivo celular sobre su soporte por estas latitudes. Yo encontré los tornillos; la fuerza bruta que vino después la pusieron los chicos.
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