domingo, 4 de diciembre de 2011

Y en Londres hace un frío que pela

Ya estoy en tierras europeas. He asomado la nariz al aire inglés por un minuto y se me ha quedado tiesa, y eso que me he puesto tantas capas como tenía disponibles en la mochila.

A pesar del retraso inicial por una disconformidad en el papeleo de la que no nos han dado detalles, hemos llegado poco después de la hora prevista (hemos debido quemar un poco más de combustible del acostumbrado). El paso por inmigración ha sido bastante rápido, imagino que ayudado por el hecho de que no eran ni las seis de la mañana. Como el mundo es muy pequeño y el calendario no parece tener suficientes días, da la casualidad de que una amiga de mis tiempos en la isla sale de esta misma terminal dentro de unas horas, así que me he sentado junto a las ventanillas de facturación, entre los que esperan para iniciar su viaje, para esperarla y desayunar con ella antes de irme a Cambridge.

Hace más de dos años, desde el verano de 2009, que no piso esa pequeña ciudad que alberga una de las mejores universidades del mundo desde hace la friolera de ochocientos años. Hace más de tres años, desde finales del verano de 2008 si no recuerdo mal, que no nos reunimos los que estos días nos vamos a juntar alrededor del río Cam. Dejar África, a pesar del cansancio acumulado, se hace difícil de asimilar – tiempo habrá de ver cuánta cola trae este viaje – pero la perspectiva de encontrar a tan queridos amigos ha suavizado enormemente el salto. Hace cuatro días lidiaba con los cortes en el suministro eléctrico que son tan rutinarios en Jinja y me agarraba a los barrotes de la camioneta que nos transportaba a la escuela a pintar paredes para unos niños que no han visto un ordenador en su vida. Ahora mismo estoy rodeada de terminales de auto-facturación, monitores de información y paneles de anuncios con más iluminación artificial de la que ven todas las calles de Jinja juntas cualquier noche del año, en la calle a mis espaldas los taxis de alta gama dejan a los pasajeros que se pueden permitir ese lujo y en el piso de abajo los que no tienen o quieren gastarse tanto parné pueden elegir entre metro, tren y autobús, todos ellos dotados con niveles de calidad y comodidad con los que ni siquiera sueñan en las latitudes que me hospedaban hasta ayer. Como decía, un salto.

Es Navidad en Heathrow y me envuelve un agradable sentimiento de familiaridad. Se está comodo y, más allá de mantener el equipaje cerca para que los de seguridad no declaren el estado de alarma, no hay que preocuparse mucho de los trastos. En momentos como este siempre me vienen a la cabeza las palabras de una amiga que ya hace tiempo me decía que hablaba de aviones como si se tratase de autobuses urbanos. Hace ya unos cinco años que el avión es el medio de transporte más común en mis desplazamientos cuando viajo. Cuando era pequeña, los lugares y personas de mi mundo estaban separados por muchas horas de carretera, bastante mala en su mayor parte. Ahora, gracias al dinero de Europa y al sacrificio de muchos españoles, por mucho que alemanes y franceses se empeñen en contar solo su parte, aquellos “viajes” son ahora cómodas visitas en las que el trayecto es mero trámite. A mí el mapa se me ha quedado pequeño. Ahora para ver a personas muy queridas tengo que recorrer distancias que por tierra no serían factibles y cada vez que como en esta ocasión saco la mochila a pasear, el nómada que hay en mí crece un poco más y amplía la lista de lugares por los que desea transitar. Solo transitar.

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- La felicidad es una nueva dirección -

En inglés address hace referencia a la dirección postal, no se da la ambigüedad del castellano, pero como yo también soy ambigüa, casi que hasta me gusta el cambio de sentido con la traducción.

1 comentario:

  1. Buenas Marta, la verdad, siempre es facil de esconder y dificil de explicar y solo el haber estado en lugares como en los que has vivido, te ha enseñado la parte humana que en vos vive y te das cuenta de lo superficial que son las cosas en un mundo de grandes comodidades(no hace falta tener tantas...y ahi siempre anda la misma pregunta, pq?..)pero hoy me dejo llevar por las suculentas palabras que nos hacen estar allá donde estes....Besitos...Pd...Siempre se puede hacer si uno lo quiere hacer!!!

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