Alguien se ha acordado de mí al ver esto en El País y me ha hecho ilu que me lo mandara. Si hasta en los proverbios queda reflejada la velocidad de las cosas, qué vamos a hacer para acelerarlas… Habrá que armarse de paciencia y pensar que, al final, atravesaremos el mundo…
Este caracol está un poco callado pero sigue caminando, lentamente…
PD: Lo último que escribí no sabía si ponerlo aquí o en el otro blog, y al final lo puse allí. Por si os apetece leer, aquí está el enlace.